Jose Luis Moltó

El pasado 8 de mayo, un jugador de voleibol contestano visitó nuestro colegio.

Su nombre es Jose Luis Moltó Carbonell y ha sido nombrado el mejor bloqueador de Europa. A los 19 años abandonó Cocentaina para empezar su carrera profesional. Ha jugado en equipos de Bélgica, Italia, Francia y, por supuesto, en la selección española. Actualmente juega con un equipo italiano y ha conseguido numerosos trofeos y títulos.

Llegó por la mañana, después del patio. Todos le esperábamos en el gimnasio. Estábamos impacientes y un poco nerviosos porque se retrasó. Cuando llegó le recibimos con un fuerte aplauso y dos compañeros, en representación de todos nosotros, le leyeron un texto de reconocimiento por sus logros conseguidos en el voleibol. A continuación los delegados de todos los cursos le hicieron unas preguntas. Después, dos "dinobosquetes", Mónica y Nerea, le dieron un balón para que lo firmara y así tener un recuerdo de su paso por nuestro colegio. Más tarde nos firmó un poster gigante de su cara en blanco y negro que teníamos puesto en la pared del gimnasio. Para finalizar todos nos levantamos y le rodeamos para tocarlo. María, la profe de educación física, le dio un balón de baloncesto y salimos a la pista. Consiguió hacer una canasta poniéndose de puntillas y laragando el brazo tocaba el aro. Nuestro griterío se oía desde muy lejos.

POr la tarde teníamos previsto juegos de voliebol en el Palau. Cuando llegamos a clase, Mila y Susana, nos dieron un pañuelo rojo con el autógrafo de Jose Luis Moltó para que lo lleváramos en el cuello y así diferenciarnos de los otros colegios, el Real Blanc, de amarillo y "El Convent", de azul. Salimos hacia el Palau y cuando llegamos todo el espacio estaba dividido en zonas separadas por cintas. Nos esperaban unos monitores y nos distribuímos colocándonos donde nos tocaba y comenzar el circuito desde nuestra estación.

Había mucha gente, seríamos cerca de mil niños, mas los adultos. Estuvimos jugando con indiacas, minipelotas, globos, pelotas gigantes... Estaba nublado pero hacía calor, pero soplaba un ligero viento que se llevaba los materiales con los que jugábamos. Pusieron música, era !marchosa" y se oía fuerte porque había altavoces grandes. Cada 10 min. un silbato nos avisaba para cambiar de estación. A la vez, delegados de todos los colegios entregaban a Moltó una pieza de un puzle que habíamos hecho en la clase y que, todas juntas, formaban su rostro.

Fue un día agotador pero también magnífico, nos lo pasamos muy bien y no lo olvidaremos nunca.

Els Dinobosquets